Más de 4,000 transportistas de distintas rutas de la Ciudad de México amagaron con manifestarse en distintos puntos en demanda de un aumento de tres pesos al precio del pasaje.
Transportistas de distintas rutas de la Ciudad de México amagaron con realizar un mega bloqueo este 2 de junio en al menos 10 vialidades de la capital, en demanda de un aumento a la tarifa actual, con ello buscan que el pasaje pase de cinco a ocho pesos.
Su principal argumento es que el precio del combustible ha incrementado en los últimos años, así como los insumos para darles mantenimiento a las unidades, lo que los pone en desventaja contra el costo del pasaje del Estado de México, cuya tarifa mínima es de 12 pesos y aumenta por kilómetro recorrido.
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Las autoridades capitalinas aseguran que se mantienen las mesas de trabajo con el sector, no obstante descartaron el aumento como lo solicitan los transportistas.
Por su parte, usuarios de este servicio consideran que la decisión que tomen ambas partes impactará directamente a sus bolsillos, pero están de acuerdo en que el transporte en la capital es mejor y más seguro que el del Estado de México.
“Pedimos a los usuarios perdón y comprensión”
Francisco Carrasco, líder de Fuerza Amplia de Transportistas (FAT), afirma que los constantes llamados a manifestarse y salir a las calles, no son por gusto, sino son una forma de hacerle notar a las autoridades sobre la necesidad de aumentar la tarifa, ante el incremento en los gastos para operar las unidades.
Dice que desde hace 20 años, el sector ha soportado el aumento en el precio de los combustibles, mayores regulaciones por parte de la Secretaría de Movilidad y ambientales, revisiones y operativos, pero tras la pandemia de COVID-19, el sector se vio impactado, al grado que dos rutas completas, la 49 y 53 -Metro Xola a Canal de San Juan y Viaducto a Tepalcates-, desaparecieron por no ser rentables.
“Esto de verdad ya es insostenible, nosotros no quisiéramos llegar a esto y afectar a los usuarios, de antemano les pedimos perdón si hay manifestaciones o bloqueos, pero también pedimos su comprensión, de esto dependen más de 9,000 familias”,
dice en entrevista para Expansión Política.
“Choferes ya no quieren trabajar, hemos perdido pasaje”
Félix es jefe de la ruta 88 Chamizal-Esmeralda y asegura que antes operaban 70 microbuses con salidas cada cinco minutos entre terminales. Era considerada por los conductores por ser una “buena ruta”, ya que al día cada conductor al día podía llegar a ganar hasta 400 pesos al día libres.
Pero el aumento del combustible mermó el margen de ganancia de los conductores al grado que hoy, esta ruta opera con 30 unidades.
“Esas unidades están paradas, nadie las quiere trabajar, porque se piden 200 pesos de cuenta (diarios) y al dueño no le alcanza para arreglar el microbús y ahora, si se les pide más de cuenta, el que trabaja, no se lleva nada, y con 200 o 300 pesos no vive una familia”,
destaca Félix.
Señala que por esta merma en unidades, la frecuencia entre viajes aumentó, por ello, los pasajeros tienen que buscar otras alternativas, como vagonetas, bici y mototaxis.
“Nos tienen bien castigados”
Alejandro Bedolla tiene más de 15 años trabajando como transportista en una ruta que va del metro Blvd Puerto Aéreo a la colonia San Felipe de Jesús, en Gustavo A. Madero, casi los mismos años que tiene en uso el microbús que maneja seis días a la semana.
El deterioro de la unidad es notorio; pintura y tablero desgastados, asientos cuarteados y un rechinar que no da tregua al motor cada que pisa el acelerador. El chofer asegura que por más que trabaja, las ganancias que deja este oficio, solo alcanzan para el combustible, dar la cuenta al concesionario y al final del día, ellos solo se quedan con 100 o 200 pesos por jornadas de trabajo de hasta 16 horas.
Dice que comparado con el Estado de México, los transportistas de la capital tienen un margen de ganancias menor y no les alcanza para darle una “manita de gato” a sus unidades
“Ve el Estado de México, ¿qué unidades tienen? Porque tienen la tarifa buena, ellos (los conductores) traen unidades buenas, buenas camionetas, buenos camiones y ve como uno trae las unidades porque no hay la economía”,
afirma.
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Sin embargo, advirtió que si el gobierno de la Ciudad de México accede a aumentar la tarifa, vendrá una oleada de operativos que les perjudicará directamente a los conductores.
“Con un mes que te suban la tarifa ya quieren que las unidades estén renovadas, es un arma de dos filos, yo preferiría que la dejen así o que bajen mejor el combustible, estas unidades para que las renueves te llevas un promedio de 80 y 100,000 pesos, cambiar, piso, lámina, enllantado, todo”,
agrega.
¿Qué opinan los usuarios de transporte público?
“Si suben el pasaje, suben todo”
Elena Cervantes es usuaria de la ruta 11 Palmas-Explanada en Iztapalapa. Considera que un aumento de pasaje -por mínimo que este sea- impactaría directamente a los bolsillos de los usuarios quienes además tienen que enfrentar el alza en distintos productos, principalmente los de la canasta básica.
Sin embargo, dice que comparado con el transporte del Estado de México, el de la capital es más seguro.
“Se dicen fácil tres pesos pero ya es algo, sí afecta a la economía, todos quisiéramos aumento en nuestro sueldo, en lo que se nos da para el gasto y todo eso, pero si sube el transporte, sube todo”,
expresa.
El gobierno de la Ciudad de México afirmó que si bien se respetará el derecho de los transportistas a manifestarse, no se tolerará que se afecte la movilidad de los habitantes de la capital en distintos puntos, como han amenazado.
Fuente: Expansión Política.
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