La comunicación atraviesa múltiples procesos de la vida humana, desde la interpersonal hasta la política, y por supuesto, la laboral. En el caso de la comunicación laboral, no sólo es importante poner atención y énfasis en la comunicación organizacional, sino que hay una parte de la comunicación laboral que requiere de un enfoque especial; y el cual pocas veces es abordado, hablamos de la comunicación sindical.
En el caso específico de México, existe toda una tradición sindical que por años ha mantenido esquemas de comunicación verticales o incluso inexistentes, en los que los líderes sindicales no sienten obligación alguna por la rendición de cuentas y por generar perfiles de vocería o de comunicación. La asamblea es el acto por excelencia de mayor cercanía con los sindicalizados; el espacio para escuchar las demandas, en el mejor de los casos.
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Sin embargo, tras la Reforma Laboral que entró en vigor en el año 2019 en nuestro país, la necesidad de ampliar los procesos de comunicación sindical ha sido innegable e impostergable. Sumado a que ha quedado expuesta la dinámica sindical autoritaria y en muchos casos “de corte charro”, que expone y deja más en evidencia la falta de conciencia acerca de que el trabajo de los sindicatos es y se debe, en gran medida, a sus trabajadores. No sólo se trata de ser su representación antes las autoridades, sino de realmente demostrar que se trabaja y opera para y en beneficio de los trabajadores.
Es así como la comunicación sindical debe de estar enfocada en dos aspectos: la rendición de cuentas y resultados, así como la empatía y detección de necesidades reales de los trabajadores. Por un lado, una implica la transparencia y la comunicación de corte social, en la que los sindicatos deben apostar por mantener informados a sus sindicalizados de todas sus acciones, así como temas que afectan su vida laboral.
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Y por otro lado, entender bien cómo a través de la comunicación se da un proceso de intercambio de necesidades y percepciones de los trabajadores. De tal manera que cuando se trate de votaciones, acuerdos o negociaciones, se logre entender mejor a la audiencia, es decir a los trabajadores; conociendo sus miedos, sus dudas y los argumentos que hacen que tomen cierta postura, y con ello, decidan.
En resumen, podemos decir que la comunicación está y debe estar al centro de todo proceso de toma de decisión y de consenso, el caso sindical no es la excepción. Para ello, se recomienda tener en cuenta tres aspectos a considerar para una óptima comunicación sindical:
- que sea estratégica, con objetivos claros y conocimiento del público al que se dirige,
- acorde al contexto y las nuevas formas de comunicar y;
- enfocada en transformar las dinámicas de comunicación sindical obsoletas.
Fuente: Redacción.
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